La colaboración del Sr. y la Sra. Pressel no fue sin interrupciones debido a los cuatro hijos que les nacieron entre 1960 y 1969. Crecieron en la misma casa donde los pacientes iban y venían todos los días. La mayoría de los pacientes estaban muy familiarizados con la situación familiar, ya que habían asistido a tratamientos y consultas regulares durante años, incluso décadas. La confianza que los pacientes sentían en el Dr. Pressel tenía su base en sus prácticas preventivas, cuidado de la salud y fortalecimiento de las propias fuerzas de vida de los clientes en general. Sus pacientes notaron y apreciaron esto, especialmente durante los brotes de epidemias de gripe cuando había muy pocos pacientes con enfermedades graves que debían ser atendidos en la práctica del Dr. Pressel. También era extremadamente raro que el Dr. Pressel tuviera que atender emergencias durante la noche y los fines de semana. Esto puede sonar extraño o incluso presuntuoso para cualquiera que no esté familiarizado con su práctica. Pero uno podría tener en cuenta que desde la antigüedad el sistema de salud en la India ha sido tal que al médico de familia solo le pagan si sus pacientes se mantienen saludables. Cuando alguien se enferma, el médico tiene que trabajar gratis. A partir de esto, se ha desarrollado una cultura y un conocimiento de la curación que comprende cómo mantener sanos a los seres humanos. La terapia de masaje del Dr. Pressel se puede entender como una variedad europea de esta tradición.

Lies Pressel tiene muchos comentarios sobre las consecuencias financieras de la forma en que Simeon Pressel practica la medicina, como ”Simeon Pressel nunca le dio importancia a estar afiliado a la cobertura estatal de seguros, podría haber sido convencido de convertirse en algo más que un médico público porque quería que todos pudieran pagar sus tratamientos. Esto conllevo a bajos ingresos, especialmente porque un tercio se vio retenido de los ya escasos reembolsos que recibió del sistema público de salud porque no trabajó "económicamente". "No soy un hombre de negocios, soy un médico", dijo una y otra vez, lo que ya no impresionaba mucho a el seguro estatal. Una doctora de los seguros estatales decidió acudir a su clínica como un paciente comun, durante unos meses para investigar. Después de haber esperado pacientemente su turno, constato que los mismos pacientes volvían una y otra vez y, de hecho, recibían siempre el mismo tratamiento prolongado. Durante un tiempo, hubo una cierta medida de tolerancia de la sección de salud pública. Desafortunadamente, esto no duró mucho tiempo puesto que la doctora dejó el seguro estatal la y todo volvió a ser como antes.

El Dr. Pressel intentó cobrar un pago extra de DM 2.50 lo que el seguro estatal rechazó inmediatamente con la amenaza de excluirlo del sistema de seguro de salud pública. El Dr. Pressel no quería que esto sucediera, por lo que continuó con la contribucion de DM 2.80 por tratamiento que recibia del seguro de salud pública por paciente.

Según el sistema, cuando un doctor daba una masaje, el seguro de salud pública consideraba que no era más que una pequeña uncion, mientras que un terapeuta de masaje autorizado recibía alrededor de 15 DM por tratamiento. El seguro estatal aconsejo al Dr. Pressel que ”remitiera a sus pacientes a un terapeuta de masaje en lugar de hacerlo él mismo”. ”Pero un terapeuta de masaje no podría realizar el tipo de masaje que yo quiero y que yo considero efectivo”, esto afirmo el Dr. Pressel. Despues de esto el tema se agotó."

La conviccion del Dr. Pressel fué ayudar a las personas y no hacerse rico. Su lema, desde que tenia 13 años era una frase como esta: ”Si tu quieres ser un maestro entonces tu debes aprender a servir a los otros”.